“SAUDADE”. Esta palabra abarca tal sinfín de significados y sentimientos que lo más cercano que encuentro en nuestra lengua es la mezcla de añoranza, tristeza, emociones y alegría.
Tristeza por no haber podido hacer más, esta vez. Añoranza porque antes de irte ya sientes que debes volver. Emociones que se agolpan en la boca del estómago sin saber a dónde ir. Y alegría por saber que volveré pronto.A mi regreso he recibido una muy grata sorpresa al ver que muchos de vosotros habéis participado en mi blog. Mi intención más allá de narrar el día a día, era poder transmitir que si bien muchos de vosotros estáis pasando por una mala época o apuros (que bien seguro se resolverán pronto. Tened confianza), hay lugares donde las malas épocas no existen, porque no tienen malas temporadas, sino vidas…malas vidas. Malas porque nadie debería sentirse privado de unos derechos mínimos, porque ninguna madre debería sentirse impotente ante la enfermedad de su hijo, porque ninguna mujer debería poner en riesgo su vida por un acto tan natural como el parir o porque ningún niño debería llegar al extremo de la desnutrición por no tener medios con los que vivir. Todo esto que aquí es excepcional, allí es cotidiano.
Las estadísticas dicen que un tercio de la humanidad vive con tan sólo 1 euro al día. Guinea Bissau está en esa estadística.
Ninguno de nosotros somos responsables directos de lo que les pasa. De acuerdo. Pero somos responsables de mejorar su sufrimiento, ya sea operando, aportando, apadrinando uno de esos niños o concienciando a nuestro entorno. Todo suma para conseguir una sociedad más solidaria e igualitaria.
Aunque he vuelto, no significa que aquello se pare, sino que seguimos trabajando para que todo continúe su curso. Aunque este aquí, los proyectos siguen… y también la enfermedades, las muertes y las nuevas vidas, la oscuridad y la esperanza.
Os prometo que os mantendré informados de todo lo que ocurre, de todos los proyectos que allí estamos desarrollando en distintos campos: Infancia, salud, educación, progreso, ESPERANZA.
¿Qué os pido?…… que sigáis ahí como habéis estado esta semana. Que no os olvidéis de las nuevas vidas que habéis podido ver nacer casi en directo, de su futuro… de su presente. Os pido que corráis la voz, que impliquéis a vuestros conocidos y que entre todos nos concienciemos de que la vida no tiene distintos rasantes según donde hayamos tenido la suerte, o no, de nacer.
Gracias, gracias, gracias por estar ahí, espero que cada vez seamos más