El aumento de pecho es la intervención más solicitada en España. Actualmente han habido avances, sobre todo, en algunas técnicas y en la anestesia que permiten que la cirugía estética cada vez sea menos invasiva y permita unos resultados más naturales y armónicos. Las prótesis actuales de última generación son muy seguras, los postoperatorios cada vez más cortos y la anestesia más suave.
Pero creo que en este tipo de cirugía, el mejor avance es poder aumentar el tamaño de los senos sin tocar la glándula mamaria, por ello la mejor vía de acceso es la axilar. Aunque técnicamente es la más compleja para el cirujano, pues requiere de una mayor pericia y es complicada técnicamente, permite operar sin intervenir en la glándula, lo que beneficia a la paciente.
Para los casos de reconstrucción de mama post mastectomía, la grasa de la paciente enriquecida con células madre es una buena opción. Pero cuando la intervención se realiza con fines estéticos, mi prioridad es mejorar el aspecto del pecho sin tocar la glándula mamaria, por ello no soy partidario de inyectar un material, aunque sea biocompatible, en una glándula sana. Debemos tener en cuenta que esta técnica no está exenta de riesgos y complicaciones, que a veces resultan más difíciles de solucionar que con otro tipo de implantes.