La semana pasada recibía un mail de una Licenciada en Historia del Arte que me hacía la siguiente consideración “debido a la formación adquirida a lo largo de mi carrera, he estado viendo que a lo largo de las distintas épocas,el arte no siempre consideraba bello lo mismo y por ello, el arte iba cambiando sujeto a gustos y conceptos. Considero que la belleza es muy subjetiva”. Y después me trasladaba la siguiente pregunta “para un cirujano plástico cuando se trata de su trabajo, ¿sería bello la belleza natural de una persona con sus defectos incluidos o debería buscarse un grado superior de belleza?”.
Bien, pues como cirujano plástico y como persona a quien también le gusta el arte (no puedo separar una cosa de la otra) creo que belleza y hermosura son dos cosas distintas. La belleza es algo más objetivo, que traspasa las barreras del ser humano para ser también patrimonio de todos los seres vivos que necesitan de otros miembros de su especie para procrear y continuar con su extirpe. Incluso puede traspasar especies, cuando por ejemplo una flor a quien quiere atraer es a la abeja para que la polinice.
Las mujeres y los hombres bellos lo han sido y lo serán siempre independiente de la época histórica a la que pertenecen. La belleza es atemporal.
Sin embargo, la hermosura es un adorno de la belleza. Por lo tanto es más superficial, es subjetiva y temporal. Si una persona es bella lo será con diferentes pesos o colores de piel, inclusive con distintas vestimentas o desnuda (o como decía la popular canción “con la cara lavada y recién peinada”). La hermosura está más relacionada con lo que percibimos como “guapo, atractivo o bien parecido”, es decir, cuando una persona cumple con los cánones estéticos del momento. ¿Y cómo se crean esas pautas? Por supuesto, los arquetipos siempre han estado relacionados con las clases dominantes. Por ejemplo, en épocas de hambre la hermosura estaba en la opulencia de las carnes, pero habían mujeres delgadas bellísimas, al mismo tiempo que mujeres no tan bellas parecían hermosas a los ojos de los hombre de la época (y viceversa). O en la corte francesa que, en su empeño por diferenciarse del pueblo campesino, pusieron de moda la tez blanca: las damas empolvadas irradiaban hermosura, clase, poder… pero no ostentaban la belleza de aquella campesina que, sin afeites ni maquillaje, que su simple visión produjese placer..
Belleza también es un termino más amplio y profundo. Por ello la belleza puede acompañarse de la corteza de la hermosura o no, y, a pesar de no tener artificios, sigue siendo bella. Por ello el arte y su historia en ocasiones más unido a las tendencias de la época, su luz, sus gentes, esta lejos de ser la belleza que en épocas clásicas o renacentistas han intentado emular, con la simetría y las matemáticas. Sin duda se podría decir que el clásico es otro canon de hermosura de una época pero ¿por qué las bellezas reflejadas durante esos movimientos artísticos gustan a todos?