Hay días que no acaban nunca. No me importa. Sé que hay más pacientes que días que estoy aquí. Sé que algunos de ellos llegaron desde el interior después de horas y horas de viaje. También sé que no podremos atender a muchos de ellos, por falta de material, por falta de recursos, por falta de tiempo…. Nunca por falta de ganas.
Hoy como cada día el bullicio de los niños nos indican que es hora de levantarse. Ducha con cazo y agua fría que sienta de maravilla, después de la calurosa noche. Durante el café discutimos sobre todos los casos. Se toman decisiones difíciles, no por el caso en sí, sino, por quien está detrás de ese caso, por quién será y porqué. Que nada quede al azar. Aunque las decisiones sean difíciles, se han de tomar.
Aquí no vale las excusa de: “es que hay tantos casos…”, “es que si ayudas a uno debes ayudar a todos”… Hace años que aprendí que ese “uno” y ese “todos” tienen un nombre, una mirada, una sonrisa…una vida. Todos son alguien. Recuerdo una película que os recomiendo: “El jardinero fiel”. Hay escenas que te enseñan que la impotencia que nos crea no poder ayudar a todos, no nos debe paralizar, para ayudar a uno o a dos. Si alguien piensa que para lo poco que puede hacer o aportar, no vale la pena…..se equivoca. Alguien son todos.
Belinda, la primera del día, es un maravilloso bebé de 4 meses con una pequeña deformidad: un labio leporino. Todos conocéis esta deformidad. (Eso sí, ya resuelta como la de Joaquin Phoenix. ¡¡¿Quién no ha visto “Gladiator”?!!) Aquí, como ya sabéis un simple labio leporino puede ser causa de rechazo de la criatura, de su abandono. Pero en este caso no era así: ante mí una madre preocupada porque su hija no podía alimentarse bien, pues la deformidad no le permitía succionar bien del pecho y por ello se desnutría. (¿Veis como las cosas cambian aunque sea poco a poco? verlo me hace muy feliz). Y aquí Alberto, de nuevo magistral con su toque para los niños, la durmió. La operación ha ido muy bien. El cupo de disgustos de este viaje se acabó con el bebé del domingo.
Antonia que está en todos lados se enteró de este caso y ha venido al hospital. Se ha enamorado de la niña. Normal. Ya lo veo…otra ahijada. Pues venga otra niño con padrino. Madrina en este caso. Gracias Antonia.