Llevo varias semanas sin hacer algo que me gusta: escribir en este blog. Y no es por falta de ideas y, mucho menos, de ganas, sino de tiempo. Sé que puede sonar reiterativo, pero el día a día, el quirófano, las pacientes… al final acaban engullendo el espacio que quería dedicar a este blog. No me quejo: trabajo en algo con lo que disfruto. Y en los tiempos que corren, muchos ya firmarían sólo con lo de “trabajo”.
Pero hoy os quería explicar un proyecto que me hace especial ilusión porque aúna tres campos por los que siento un especial interés: la salud, la alimentación y la solidaridad (aunque no necesariamente por este orden). Se trata del proyecto “Menú saludable, menú solidario”. Algunos de vosotros ya lo debéis conocer a través de alguna reseña en prensa, en radio o en la web. A grandes rasgos se trata de involucrar a algunos de los mejores chefs de nuestro país en la elaboración de un menú saludable que nos permita tomar conciencia de que podemos mejorar nuestra salud a través de lo que comemos, que comiendo bien podemos llegar a vivir más y mejor.
Pero la trastienda en este proyecto es más importante aún, porque pretendemos que también se tome conciencia de la situación alimentaria que se vive en los países más pobres, de que pensemos que en Guinea Bissau, por ejemplo, lo habitual es que los niños hagan sólo una comida al día (con el arroz como alimento principal), que la malnutrición afecta a más del 60% de la población y que 1 de cada 3 niños sufre desnutrición. Y con estos datos no queremos que nadie pierda el apetito… ¡todo lo contrario!. Porque parte de los beneficios del proyecto “Menú saludable, menú solidario” se destinarán a la construcción de una Granja-Escuela en Biombo, en Guinea Bissau, donde niños huérfanos recibirán una formación profesional en agricultura, horticultura, ganadería… y otros oficios que permitan plantar unos buenos cimientos para que estos pequeños se labren un futuro digno. Uno de los objetivos de esta Granja- Escuela es formar a estos niños, que estaban destinados a un futuro de exclusión social, como agricultores, pero no en una agricultura de subsistencia, sino en una agricultura que permita un desarrollo sostenible para toda la comunidad.
Por ello os invito a que os acerquéis a El Xiringuito Escribà, del maestro paellero Joan Escribà -donde hemos empezado esta iniciativa- y pidáis el menú saludable y solidario. Creo que es un plan perfecto para cualquier noche de estas: un menú exquisito y saludable frente al mar barcelonés, el murmullo de las olas y el convencimiento de que estamos colaborando en un proyecto que mejorará el futuro de muchos niños.
Más información en www.fundacionivanmanero.org