Estos días he recibido muchos mails comentando mi aparición en el programa El Cirujano y os agradezco de todo corazón los halagos y felicitaciones. Así que he decidido utilizar este post para contestar a la pregunta ¿por qué un programa como este? Lo cierto es que uno de los aspectos que siempre han caracterizado mi carrera ha sido mi empeño por informar. Ya fuera en la consulta, en la web, en conferencias y charlas, en los medios de comunicación; y este programa me ha ofrecido la oportunidad de hacerlo desde un punto de vista distinto: hacerlo desde el quirófano.
Gracias a las cámaras he podido abrir la sala de operaciones al público en general; he podido enseñar como trabaja un cirujano… como trabajo yo. Mostraros que no somos máquinas. Que la preocupación por nuestros pacientes y por su bienestar no se acaba cuando se cierra la puerta de la habitación. Y es que creo que el desconocimiento de lo que pasa al otro lado de las puertas del quirófano siempre nos deshumaniza. El cirujano no es sinó ese señor que llega a la sala de estera para comunicar cómo ha ido la operación. Realizamos un trabajo en el que compartimos la angustia de nuestros pacientes y la satisfacción de cuando todo sale bien. Pero también somos un hombro, un abrazo…para reconfortar cuando no podemos dar soluciones médicas a los problemas. Quería explicaros que estamos aquí por vocación, porque creemos que nuestra labor mejora la vida de muchas personas. Y que son estas las motivaciones que hacen que no paremos nunca de investigar y de aprender.