Estamos preparando la cena benéfica que tendrá lugar el próximo 30 de octubre en Sant Cugat del Vallès (y a la que me gustaría que vinierais todos, porque cuántos más seamos, más conseguiremos). Es un trabajo duro, no os penséis, pues son muchos los detalles a tener en cuenta. Pero a todos los que trabajamos en esto no nos importa, porque la causa bien vale el esfuerzo.

Este año, nuestra gala estará dedicada al Programa de Lucha contra la Desnutrición Infantil en Guinea Bissau, uno de los programas más importantes de nuestra labor en la que llevamos más de 10 años trabajando y que sigue siendo tan imprescindible como el primer día. Gracias a los distintos proyectos de este programa ayudamos cada día a repartir 600 comidas, principalmente entre los niños más desfavorecidos y en riesgo de exclusión social de Guinea Bissau. Son niños que, de no ser por el comedor social de la escuela o del orfanato, por ejemplo, sólo harían una comida al día a base de arroz y legumbres. Una comida escasa, especialmente para las niñas, pues el sistema patriarcal tradicional indica que primero coma el cabeza de familia, luego los hijos y por último, la madre con las niñas. Y cuando hay poco a repartir…

¿Cómo está ahora Guinea Bissau? En emergencia alimentaria. A la crisis mundial, que ha hecho mucha mella, se le suma el hecho de que el precio de los alimentos más básicos se ha disparado en un país donde 6 de cada 10 familias viven en la pobreza extrema. Lo que hace que les sea muy difícil, por no decir imposible alimentar a sus hijos. Además, cada vez llega menos ayuda de los países desarrollados, por culpa de los archiconocidos recortes en cooperación (hasta un 90% menos en algunas ayudas internacionales). Todo ello nos obliga a seguir trabajando y a intentar, este año, a llegar a las 900 platos porque, ¿os imagináis tener una lista de espera de más de 300 niños que necesitan una comida?

Nos cuentan los estudios internacionales que el 12% de la población mundial sufre desnutrición y que el 98% de esas personas vive en países en vías en desarrollo, especialmente de África Subsahariana, donde trabajamos nosotros. Así a bote pronto, un 12 % no parece unas cifras escalofriantes, pero si las traducimos podemos calcular que la mala alimentación mata, directa o indirectamente, a más de tres millones de niños menores de cinco años cada año.

Como siempre, para los que trabajamos en esto, los niños con desnutrición hace tiempo que dejaron de ser un número para convertirse en un rostro, en una historia, en una vida llena de dificultades y, muchas veces, en un futuro demasiado incierto. Porque, no olvidemos, que la desnutrición mata, pero cuando no mata, deja secuelas: enfermedades crónicas, discapacidad, dificultades de aprendizaje, retraso en el desarrollo y un triste y largo etcétera.

Muchas personas me preguntan (incluso critican) por qué no ayudo a los niños y familias de aquí… y yo sólo puedo contestarles que llevo más de una década trabajando allí y no les podemos dejar… que necesitamos seguir trabajando para que todos los niños (TODOS) sigan comiendo cada día.

El lema de esta cena benéfica es 365 días alimentando sonrisas, tanto la de los pequeños de Guinea Bissau como la nuestra y la tuya. Porque queremos que esta cena benéfica sea un gran momento, un día solidario inolvidable en la que reunir a todos nuestros amigos para compartir, para implicarse, para sentirse parte del proyecto. Y que si no puedes venir, que también estés presente a través de la mesa 0.

Y me siento muy optimista porque sé que gracias a vosotros lo vamos a conseguir. Sé que vamos a llenar el QGAT Restaurant & Events de personas solidarias. Sé que no nos vais a fallar y que no vais a fallarles a los niños. Sé que conseguiremos darles una comida  al día durante un año más.

Porque lo sé. Os doy las gracias de antemano y os espero en la cena benéfica para agradecéroslo en persona.

Para más información aquí o en info@nullfundacionivanmanero.org / 687542841 (Ruth)